Simplemente al lavar la cara y sentir la suavidad de un gel limpiador hace que nos quitemos un peso de encima. Te alivia, despeja e, incluso, te espabila.
Y si tienes la duda de saber cómo ocurre eso que todos los días sientes pero no te das cuenta, aquí va una breve explicación:
Una experiencia es maravillosa cuando varios sentidos están involucrados. Cuando lo ves, lo hueles y lo palpas, ahí es cuando verdaderamente estás disfrutando de un momento fascinante. Y eso mismo es lo que ocurre una vez purificas tu piel y lavas tu rostro por la mañana o cuando llegas a casa luego de un largo día.
Más que una solución para las impurezas, es una sensación relajante
Para eliminar las imperfecciones, conseguir una piel suave y pulcra, una mascarilla purificante es ideal. Pero la sensación al tener la mascarilla y cómo penetra en la piel te transporta a un ambiente superrelajante y armonioso.
Te despeja, te despierta y te limpia (por dentro y por fuera)
Si vamos a un restaurante, el lugar es bonito, y la comida es buena, activamos dos sentidos sin saberlo. El gusto y la vista se involucran y automáticamente la experiencia es única y magnífica.
Algo similar sucede cuando nutrimos y exfoliamos la piel porque se crea un momento mágico que, sin pensarlo, estábamos esperando.
Activa los sentidos para recibir un nuevo año
Si quieres limpiar por completo los disgustos del 2020, interactuar con los sentidos es la mejor manera de reflexionar.
Cuando recibimos un nuevo año siempre experimentamos la sensación de limpiar el disco duro, cambiar el chip hacia un futuro de incertidumbre. Y sobre todo, proponernos metas para sentirnos productivos mientras hacemos realidad diferentes sueños.
Quedan pocos días para la llegada del 2021, así que es tu momento para desconectarte, mimarte y cuidar tu piel para hacerla brillar en este nuevo año. Experimenta y activa tus sentidos de manera orgánica, así como lo haces en tu rutina al despertar y al llegar a casa: consintiendo tu piel.